Si ya conocemos los mangas sobre el vino, es hora de que descubramos los que hablan del sake.
El éxito mundial de Las gotas de dios (Kami no Shizuku) de Agi Tadashi y Okimoto Shu ha ayudado a convencer a los más reticentes de que el manga podía contribuir a la difusión de un conocimiento, en este caso la enología, y permitir a un nuevo público descubrir los encantos del vino. La fiebre de los japoneses por esta serie, publicada hasta el año 2015, ha empujado a los editores nipones a continuar explorando este filón con, por ejemplo, Sommelier (Somelier, ediciones Kôdansha) de Kaitani Shinobu, Joh Araki y Hori Ken’ichi, que relatan la historia de un joven japonés en busca del vino perfecto. En esas dos series, como en la mayoría de otras dedicadas a esta bebida, la descripción de las diferentes variedades de sake ha provocado la admiración y ha permitido a la producción vinícola encontrar nuevas oportunidades ante un público curioso y dispuesto a seguir a sus héroes en esas historias cuya trama recuerda, muchas veces, a las pesquisas policiales.
El vino no es la única bebida en suscitar el interés de los mangaka, cuyas obras, a pesar de estar traducidas a varios idiomas, son raramente conocidas fuera del archipiélago. El sake, nihonshu para los japoneses, se ha convertido también en el tema central de multitud de series de mangas estos últimos años. No han tenido el mismo éxito que Las gotas de dios o Sommelier, aunque comparten la misma ambición: la de invitar a los lectores a descubrir de esa bebida alcohólica japonesa nacida de la fermentación del arroz. Si cada una de las historias relatadas se dirige a un público diferente en la medida en que el mercado del manga está muy segmentado, todas se revelan como excelentes embajadoras del gusto nipón. Por tanto, podemos pensar que los editores van a interesarse en estas temáticas para acompañar el interés del público por la gastronomía nipona y el sake. Es por tanto de lo más lógico que el nihonshu esté desde ahora presente en la Japan Expo, la gran cita anual de la cultura pop japonesa en Francia.
El rápido entusiasmo generado por el Salón del sake, cuya primera edición tuvo lugar en junio de 2013, bajo el nombre de Sake tasting, es testigo nuevamente de la excelente receptividad por parte de los franceses por los productos made in Japan. Es además interesante recordar la iniciativa emprendida en 2015 por Patrick Duval, gran promotor de la cultura gastronómica japonesa, de difundir un pequeño fascículo en forma de manga con ocasión del Salón del sake. Con dibujos de Yoshikawa Hugo y texto de Patrick Duval, Sake Manga tenía como misión responder a la curiosidad de los visitantes en relación a esta bebida, en torno a la cual las preguntas son numerosas. Asociando el sake y el manga, los promotores de este proyecto se han dado cuenta de que el cómic constituye un excelente medio para transmitir datos sobre esta bebida, que muchos confunden aún con el alcohol que se sirve al final de la comida en los restaurantes chinos.