Estas son las razones por las que he decidido acudir. “Golpea tres veces tus manos y descenderemos de la montaña”, la voz gutural proviene de un hombre grande cubierto de paja, sus manos son enormes y rugosas y su rostro cubierto de una máscara diabólica: se trata de un Namahage. El demonio se enfrenta a un pequeño auditorio de niños y padres que observan la reconstitución de una antigua tradición, en el interior de una casa reconstruida en Museo del Folklore Oga Shinzan. La noche de Año Nuevo los aldeanos disfrazados de demonios recorren sus hogares para rugir “los niños desobedientes y las mujeres perezosas”, recibiendo a cambio alimentos y bebidas.
La tradición de Namahage está en declive, pero nos esforzamos en mantenerla viva. En el museo que le es dedicado, hay un número impresionante de ogros de tamaño natural vestidos con trajes y máscaras diferentes. Las réplicas de Namahage, grandes y pequeñas, están omnipresentes en Oga: desde las estatuas de 10 metros de altura, que acogen a los visitantes a la entrada de la península, hasta los Namahage que escupen agua caliente en la ciudad termal de Oga Onsen.
Estos monstruos se asocian a cierto número de lugares diferentes en Oga. Según la leyenda, los 999 escalones que llevan al santuario de Akagami Goshadô fueron construidos por los mismos Namahage. Por su parte, el santuario de Shinzan, rodeado de cedros gigantes, acoge cada invierno el festival Namahage. En él los jóvenes aldeanos se reúnen llevando máscaras purificadas por un sacerdote sintoísta, convirtiéndose así ellos mismos en Namahage.
Conducir en esta región es una experiencia que deja sin aliento. La carretera serpentea entre las montañas y el mar, a lo largo de la costa salpicada de pueblos pescadores y pinos nudosos; pasando por extrañas formaciones rocosas y ciudades fantasma con hoteles y complejos de restauración abandonados.
Aún quedan algunos lugares pintorescos donde es conveniente hacer un alto, desde el observatorio del monte Kanpu, que ofrece una vista panorámica de 360 grados, a los paisajes lunares de la playa de Unosaki, además de la roca Godzilla y el cabo Nyudo. El acuario GAO con más de 2000 criaturas marinas nadando en su gigantesco tanque de agua de mar, también merece una visita.