Flechazo: Un tesoro llamado Tomo

Joyato, uno de los tesoros de la ciudad portuaria.© Ángeles Marín Cabello para Zoom Japón

Durante la era de Edo, esta población ha conocido la prosperidad gracias al comercio con Asia continental. Se decía que su tiendas eran tan frecuentadas que permanecían abiertas día y noche, y los emisarios de Corea y los Países Bajos alababan su belleza. Se dice también que el poeta y erudito Rai Sanyo (1780-1832) trabajó en su importante Nihon Gaishi (Historia de Japón) en Tomo-no-ura, y que Sakamoto Ryoma, el famoso dirigente de movimiento favorable al shogunato de los Tokugawa, se habría ocultado aquí después del naufragio de su navío el Irohamaru, en 1867. Los restos del mismo fueron hallados 100 años más tarde. Hoy están expuestos en el museo Irohamaru, situado al lado del faro de Joyato.
Esta rica herencia impregna su laberinto de calles estrellas, sus viejos templos y sus callejuelas fustigadas por el viento, donde cada edificio es un tesoro nacional. Se puede sentir la madera vieja de las casas de los mercaderes. Al igual que la residencia Ota, una antigua brasería de hômeishu (un vino de arroz a base de dieciséis plantas, la especialidad local). Ésta no es solamente célebre porque sus primeros propietarios obtuvieron los derechos exclusivos para producirla sino también porque Sanetomi Sanjo y seis nobles de la corte en ruta por Choshu (hoy Yamaguchi) fueron arrestados aquí durante el levantamiento militar pro emperador el 30 de septiembre de 1863.
Existe también la leyenda del puente de los suspiros de los Romeo y Julieta locales. Durante el reino del legendario emperador Ojin Tenno (270-310), dos amantes se encontraban en secreto todas las noches al pie del puente. El hombre se llamaba Watari Takenouchi-no-Omi y se encargaba de recibir a los emisarios de Corea. La mujer era una camarera de nombre Enoura. El rumor se extendió por toda la ciudad y repentinamente los dos amantes desaparecieron misteriosamente por el mar. Hoy, el puente se asemeja a un modesto montículo en medio de la carretera. Pero, ¿quién puede resistirse a una historia tan romántica llena de misterios?
Pero Tomo no es una simple ciudad museo, su puerto todavía funciona y es suficiente con levantar la cabeza para divisar las rejas sobre los que se secan al sol el pescado y el pulpo. Sus calles tranquilas acogen aun algunas tiendas antiguas donde se pueden encontrar kimonos, papel o farolillos. Algunos artesanos elaboran todavía el hômeishu, del que se dice ayuda a combatir la fatiga y favorece la longevidad. Nuevos suvenir suceden a los antiguos. Los visitantes pueden ahora seguir la “ruta Wolverine” gracias a la cual descubrirán la tienda ineludible de Ken-chan donde el actor Hugh Jackman degustaba las sardinas secas, o incluso el túnel que aparecía en Ponyo en el acantilado. Un lugar que Fukushima Rila, otra de las actrices protagonistas de Wolverine, ha hecho famoso gracias a un selfie que se hizo y posteriormente difundió en Twitter. Tomo tiene también una conexión con el grupo AKB48 ya que uno de sus miembros, Iwasa Misaki, cosechó un gran éxito en 2014 con la canción Tomo-no-ura Bojo. En el video clip, encontramos todos los lugares icónicos que han hecho célebre a Tomo, incluyendo la famosa vista desde Taichoro. Es un verdadero privilegio poder contemplar todavía este escenario intemporal salvado de ser desfigurado a causa de un puente. Después de todo, no todos los días podemos admirar “la vista más bella de Japón”.

Representaciones de Ebisu y Daikoku, dos de las siete divinidades de la felicidad. ©Ángeles Marín Cabello para Zoom Japón

Steve John Powell & Ángeles Marín Cabello

Para llegar
EN AVIÓN: Los vuelos entre Tokio e Hiroshima (1h15) son numerosos. En el aeropuerto, coged la Limousine Bus hasta la estación de Fukuyama (1h), después un autobús Tomotetsu hasta Tomo-no-ura (30 min).
EN TREN: El shinkansen hasta Fukuyama (3h40) y después un autobús Tomotetsu hasta Tomo-no-ura (30 min).

La famosa tienda de Ken-chan donde el actor americano Hugh Jackman probó las sardinas secas. ©Ángeles Marín Cabello para Zoom Japón