Original : Caballos y hombres

El primer obstáculo se supera con cierta facilidad, el segundo es el que marca la diferencia. / Gabriel Bernard para Zoom Japón

Obihiro es el único lugar del mundo donde tienen lugar competiciones de caballos de tiro: las llamadas carreras ban’ei.

Hokkaidô es la región de los tipos duros. Las gentes que eligieron vivir aquí tuvieron que pasar por muchas cosas. La explotación de este territorio, a finales del siglo XIX se realizó en condiciones extremas. En aquella época no había aún máquinas para realizar el trabajo o el transporte de materiales. El caballo, del que se dice es la más bella conquista del hombre, fue domesticado para ayudar al hombre en las tareas más duras. Pero las razas japonesas, habituadas a un clima menos extremo, no estaban preparadas para ello. En la época en la que Japón se abrió al mundo y buscó en el extranjero lo mejor, llega a Europa para buscar caballos capaces de resistir condiciones climáticas difíciles y soportar trabajos arduos. Es en Francia y Bélgica donde los japoneses encontraron lo que buscaban, entre las razas de caballos de tiro que utilizaban con gran éxito los agricultores locales. Los percherones, los bretones o incluso los brabanzones de Bélgica – alrededor de un millón de cabezas –tomaron rumbo hacia la isla septentrional de Japón para convertirse en unos ayudantes indispensables. Sin ellos, la isla no habría podido convertirse en uno de los principales centros de producción agrícola del país.
Durante las fiestas locales se solían organizar concursos de carreras en las que los agricultores, orgullosos de sus caballos, se enfrentaban a sus vecinos en diversas pruebas. Una de ellas consistía en coger un tronco de árbol muy pesado y atar a cada una de sus extremidades un caballo que debía, a continuación, arrastrar la carga. Ganaba el que conseguía hacer recular al otro. Se medía también su potencia atándolos directamente el uno al otro y ordenándoles tirar cada uno de su lado. Estas demostraciones de fuerza atraían a mucha gente y el público se emocionaba ante los esfuerzos de estos animales de tiro que se cruzaban a menudo, en los caminos, transportando cargas. Del concepto de cargar mercancías pesadas y voluminosas nace la expresión “Ban’ei” que hoy en día da nombre a estas carreras de caballos, únicas en su género, y que tienen lugar en Obihiro, en el corazón de la isla septentrional. Los dos caracteres chinos “ban 輓” y “ei 曳” expresan el concepto de cargar objetos pesados. Actualmente, ya no se utilizan los caracteres chinos sino los hiragana, pero quienes asisten a las carreras comprenden perfectamente de qué se trata, aunque la mayoría desconozca su origen. No asisten al hipódromo para ver carreras de caballos montados (noriuma), sino competiciones entre caballos de tiro (banba o hikiuma).