En Okinoshima los torneos de sumo mueven multitudes. Es siempre un evento que atrae mucho público y que es muy apreciado por la población local. En paralelo a los campeonatos que se organizan todos los años, un torneo clásico, bautizado como el Koten-zumô o “sumo antiguo”, se organiza de forma improvisada cuando se celebra una buena noticia para la isla. Una forma de dar las gracias a los dioses.
Este Koten-zumô se ha organizado, por ejemplo, con motivo de la inauguración de un colegio, del aeropuerto o, incluso, cuando se cambió el techo del templo Mizuwakasu (lo que ocurre cada 20 años). El último tuvo lugar en 2012, cuando fue inaugurado el hospital de la isla. Y el próximo tendrá lugar en 2020. Este torneo tan emblemático de las islas Oki es una prueba física intensa donde los luchadores se enfrentan en dos mangas. Comienza en el momento del crepúsculo y se consagra a los vencedores al día siguiente por la mañana. Toda la isla participa. El gran vencedor consigue el título de ôzeki (campeón). Los cuatro mejores luchadores se marchan con los pilares que se utilizan para sostener el techo del ring durante el torneo. Nagami Osamu, referente nacional de la Asociación japonesa de sumo, espera estos torneos con gran impaciencia. Todavía recuerda la edición del 4 de noviembre de 1972 con emoción. “El torneo comenzó sobre las cinco de la tarde. 300 luchadores participaron mientras 2.000 personas los contemplaban. Todo el mundo se quedó hasta el día siguiente a mediodía y aunque estuvo lloviendo una parte de la noche, nadie se levantó. La lucha fue interrumpida durante unos momentos para ser reanudada instantes más tarde; había un ambiente increíble”.
Los habitantes de las islas Oki están muy vinculados a la práctica de este deporte ya que forma parte de su historia. En efecto, el sumo tiene su origen en la prefectura de Shimane, de la que la isla hace parte. El sumo habría nacido exactamente en Izumo, ciudad situada en Honshu, isla principal del archipiélago japonés. Cuna del antiguo Japón, es aquí, en la playa de Inasa, donde tuvo lugar el primer combate de sumo hace más de 1300 años. “El Kojiki (Kojiki. Crónicas de antiguos hechos de Japón.[Ed. Trotta], compilado en el siglo VIII) hace referencia al mito de Takemikazuchi y Takeminakata, dos divinidades que se enfrentaron en una prueba de fuerza en esta playa”, explica Shinagawa Toshihiko, director de planificación del museo prefectoral del patrimonio de Izumo colindante con el célebre santuario, Izumo Taisha. “En otra obra de la misma época, el Nihon Shoki (“Crónicas de Japón”, inédito en español, escrito en 720), encontramos la referencia de un combate entre dos hombres, Nomi no Sukune, nativo de Izumo, y Taima no Kehaya, considerado el hombre más fuerte de la región, ante el emperador. En la época no se hablaba de sumo sino de un arte marcial violento y de matar con las manos desnudas. Nomi no Sukune, que venció a Taima no Kehaya, es considerado el fundador del sumo”. Desde 2013 Nomi no Sukune tiene su propio santuario en el recinto de Izumo Taisha.