El Parlamento japonés ha votado una ley sobre los complejos de ocio legalizando los casinos, una medida criticada pero que, no obstante, ha sido impulsada por el gobierno. La oposición ha intentado impedir la aprobación del texto. Los promotores de la ley aseguran que esta ampliación de las opciones de desarrollo de los casinos es indispensable para mantener el dinamismo del turismo después de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020.