Los percherones y los brabanzones han dejado paso a razas locales nacidas de cruces. Se les llama caballos de media sangre (hanketsu). Desde 2003, también se utiliza la denominación “caballo de tiro japonés” (nihon benkeishu o nichiban). Estos compiten cada semana en la pista de Obihiroante, ante un público numeroso que se queda a menudo con la boca abierta ante la demostración de fuerza que estos caballos- Kage, Kurige, Aoge o Ashige –realizan. Aquí, la velocidad no tiene importancia. Lo que se valora es la potencia exhibida por estos animales, que deben recorrer 200 metros cargando pesos que pueden llegar hasta los 740 kilos en función de su edad. Las cargas pueden llegar hasta los 1 000 kilos en las dos pruebas estrella: el Obihiro kinen, a principios de enero, y el Ban’ei kinen, a finales de marzo, cuando se cierra la temporada. También hay carreras de obstáculos en forma de dos montículos. El primero mide 1 metro mientras que el segundo llega hasta 1, 60 metros. Cuando los caballos llegan delante de éste último, a algunos metros del indicador de la llegada, las cosas pueden ponerse realmente feas. A menudo, se paran en la subida para coger aire mientras que los jinetes los animan a avanzar y cruzar la meta. Existe una verdadera conexión entre el hombre y el animal y cabe preguntarse cuánto influye esta conexión en la victoria final. Es algo que se ve cuando nos encontramos a pie de pista y observamos a la pareja, hombre y caballo, durante los minutos que dura la carrera.
A veces, esta competición única se critíca en el extranjero debido a algunos vídeos colgados en Youtube pero, aunque algunos puedan pensar lo contrario, no hay ninguna intención de perjudicar al animal, si no la de resaltar su potencia y belleza a través del esfuerzo realizado. Se calcula que hubo unos 600 caballos que participaron en estas competiciones la primera vez que se celebraron en octubre de 1947 en Asahikawa, al noreste de Sapporo. Hasta 2006, las carreras Ban’ei tenían lugar en los cuatro hipódromos de Hokkaidô (Obihiro, Asahikawa, Iwamizawa y Kitami), pero los problemas financieros llevaron a las autoridades a alterar esta organización, convirtiendo a Obihiro en el centro de las pruebas. Aquí se concentran los 300 propietarios de caballos que participan en las diferentes carreras y es aquí donde realizan su entrenamiento diario para preparar las carreras, las cuales tienen lugar en sábado, domingo y lunes.